El segundo fin de semama de febrero tuvimos la convivencia de los colegiales de primer año. Fueron dos días en los que trabajamos diferentes emociones y sentimientos haciendo un recorrido desde que llegaron el primer día en septiembre hasta ese momento de febrero; qué cosas han cambiado, qué cosas les han gustado y cómo se encuentran actualmente.
La convivencia estuvo llena de momentos muy divertidos que sirvieron para reanudar relaciones olvidadas y para forjar amistades nuevas. El kintsugi, técnica milenaria japonesa, nos ayudó a «pegar» nuestras grietas y dejarlas bellas, los talleres nos hicieron ser nosotros mismos y gracias a las caricias volvimos a cuidarnos/querernos personal y grupalmente.
Días de Convivir, Sentir y Compartir VIDA